En un entorno donde las regulaciones impuestas por legisladores europeos y nacionales cambian a menudo, las empresas en sectores altamente regulados (banca, seguros, salud, etc.) enfrentan grandes desafíos de cumplimiento y gestión de riesgos. Su clave para el éxito reside en la capacidad de integrar ágilmente estos cambios. La automatización de procesos es una buena manera de asegurar una trazabilidad rigurosa y una modificación rápida. Las herramientas de Gestión de Procesos de Negocio (BPM) resultan ser aliadas esenciales para el cumplimiento dinámico en los sectores regulados.
El ritmo de los desarrollos regulatorios impuestos por los legisladores a nivel europeo y nacional tiene un impacto directo en los negocios. Instituciones como bancos y compañías de seguros están particularmente bajo la vigilancia estrecha de organismos de control que aseguran el cumplimiento operacional. Para estas organizaciones, no es tanto la frecuencia de los cambios regulatorios lo que plantea desafíos, sino más bien la capacidad de integrarlos rápidamente. Las organizaciones deben adaptar sus procesos rápidamente para responder a nuevas situaciones diversas, por ejemplo, ajustes en las tasas de préstamos de crédito o la producción de documentos de cumplimiento.
En este contexto, las soluciones de automatización de procesos proporcionan aplicaciones robustas, estables y escalables que pueden ser adaptadas rápidamente por equipos de desarrollo de TI. El cumplimiento no es un estado estático, sino una capacidad dinámica para evolucionar con las regulaciones actualizadas.
Asegurar la trazabilidad y el cumplimiento
Cualquier automatización requiere conocimiento de las regulaciones y dominio de procesos de cumplimiento complejos. Las empresas pueden estandarizar sus procedimientos operativos y reducir los errores humanos mediante la automatización, y pueden asegurar mejor la calidad consistente, buena trazabilidad, estampado de tiempo preciso y archivado necesario para cumplir con nuevos estándares. Los procesos automatizados pueden estar equipados con alertas e indicadores clave de proceso, como la tasa de error, tiempos de procesamiento o el número de quejas.
Las herramientas de Gestión de Procesos de Negocio (BPM) ofrecen beneficios significativos al automatizar procesos de cumplimiento complejos. Integran de manera nativa la auditoría y la trazabilidad, por lo que es posible rastrear quién tomó qué decisión y cuándo. Ofrecen a los equipos de TI un entorno ágil y un ciclo de desarrollo rápido y facilitan la colaboración con los usuarios internos. Las herramientas BPM pueden vincular entornos heterogéneos, lo que respalda la trazabilidad de extremo a extremo y acelera la modernización de aplicaciones que dependen de sistemas heredados que a menudo son obsoletos, difíciles de mantener y evolucionar, y ya no son suficientes para satisfacer las demandas actuales.
Flexibilidad para los procesos de cumplimiento
Las soluciones de automatización de procesos, que utilizan estándares como BPMN 2.0, pueden asegurar que los procesos automatizados se construyan de acuerdo con las prácticas estándar y requeridas. Estos estándares facilitan la creación de procesos a medida, modulares, que pueden modificarse o actualizarse fácilmente sin interrumpir las operaciones actuales, utilizando un enfoque de DevOps.
La modularidad también es un elemento importante para integrar rápidamente nuevos desarrollos regulatorios con mínima interrupción. El marco BPM es ideal para la robustez del proceso, la trazabilidad y la seguridad, y para responder al cumplimiento y la gestión de riesgos. Es más fácil gestionar cambios y nuevos desarrollos para aplicaciones empresariales desarrolladas sobre una base BPM. Además, la modularidad de los procesos automatizados ofrece la flexibilidad para gestionar variaciones regulatorias por ubicación geográfica y sector, y por caso de uso específico. Los procesos pueden conectarse a servicios externos a través de APIs para obtener las autorizaciones necesarias de autoridades fiscales o financieras.
En resumen, la automatización de procesos a través de herramientas BPM es un activo esencial para el cumplimiento ágil y la gestión de riesgos eficiente en sectores altamente regulados. Ofrece la capacidad de enfrentar desafíos regulatorios con la agilidad y precisión previamente inalcanzables con aplicaciones monolíticas.
